Comenzar ahora un diario, dos meses después de haber llegado a Francia y haberme instalado en la ciudad, no es totalmente fácil. Pero con ello quiero dejar testimonio escrito y en español, claro, de lo que supone esta experiencia, para poder aclarar el camino al lector y candidato a plaza para años venideros.
Bien, todo comienza al tener dos amigas de Filología Francesa en la Facultad de la Complu (UCM). Cuando supe de ello, no le di importancia, pues encontes estaba en último año de carrera y mi objetivo no era estudiar el español ELE con perspectivas de ser profesor en el extranjero, o similar. Pero al terminar la carrera y empezar el Doctorado (antes del Plan de Bolonia no había máster obligatorio previo), me embarqué en la aventura de hacer el Máster ELE de la Universidad Complutense de Madrid, mi universidad. Fue entonces cuando se abrieron más posibilidades de futuro ahí, no solo para dedicarme al latín o al griego, algo que me encanta y que es me sirve como base fundamental para saber, conocer y entender mucho mejor mi lengua y otras que mis compañeros de trabajo. Es así. Y de hecho la formación en este gran máster consiste en conocer bien el origen de nuestra lengua española o castellana (como prefieran ustedes).
Fue por diciembre de 2007 cuando salió la convocatoria y entonces conocí cómo funcionaba esto un poco. Es un buen programa el de Auxiliares de Conversación en el Extranjero. Hay diferentes países, buenas condiciones, una gran oportunidad por delante y un sueldo que, si eres una persona ahorrado, a veces austera pero a la par economista y con buen ojo para saber comprar, pues la vida se hace fácil. Pero de eso hablaré más tarde. La cuestión es qué hace un licenciado en Filología Clásica solicitando una beca-contrato para Francia como auxiliar de lengua. Pues simplemente lo pedí por probar, como se dice, por si sonaba la faluta y había suerte. Aunque bien es verdad que ya sabía de antemano que para España sobran plazas y requieren de otras personas de titulación no específica en francés, bien filología, bien traducción e interpretación. De todos modos, no es un chollo que se lo den a cualquiera, sino que parece ser que la demanda por parte de la Education Nationale Française es mayor que el número de solicitudes por parte de los estudiantes, licenciados y diplomados españoles. Creo recordar que la cifra era casi de 500 auxiliares para este curso. Y en cuanto a la adjudicación de este tipo de beca-contrato de trabajo creo que no es realmente exigente, solo siguiendo la costumbre española, al menos, de los últimos años: la titulitis. Si demuestras con diplomas y papeles que sabes tal o cual, has hecho tal o cual curso de francés o unos u otros seminarios y congresos, es suficiente. No hay entrevista personal con ningún responsable. Solo es preciso esperar una carta.
Desde diciembre, cuando llevé al Paseo del Prado la documentación al Ministerio de Educación (MEC), ahora llamado MEPSYD, ya sabía que había que esperar según el BOE un plazo máximo de cinco meses, de modo que abril era el mes decisivo. Mientras tanto el Máster ELE y el Doctorado, y dando clases particulares los fines de semana a domicilio en Madrid, más el CAP, la memoria de dicho CAP y las prácticas en el Instituto Cervantes de Embajadores. Llegado el momento, fue toda una alegría ver cómo me habían seleccionado para ser Asistente o Auxiliar de Conversación en Francia. Ahora solo era preciso esperar la ansiada carta. Entonces nos pusimos rápidamente a buscar en internet información... Y qué fue de todo ello, pues, empezando por Parismemata.com y por otros foros, blogs y demás. El gran temor era caer en un pueblo pequeño. Mi selección fue Lyon en primer lugar, luego Nantes y luego Lille. No hablo de las ciudades sino de las Académis de cada Région. Hay unas preferencias a elegir.
Creo que por hoy es suficiente. Vamos a dormir la mona y a reflexionar sobre la actualidad y a soñar un rato en francés!!!